Unas gafas con las que ‘plantar’ cara al sol y al cambio climático en un sentido literal.
Un vecino de Roquetas ha patentado unas gafas hechas con pasta de trigo que contienen en las patillas semillas de tomate cherry y de hierbas aromáticas como la hierbabuena.
Cuor3 es el nombre de la firma con la que Francisco Pascali ha lanzado estas gafas que no solo son cien por cien biodegradables, sino que se pueden cultivar. La idea se le ocurrió de madrugada cuando trataba de ir un paso más allá de aquellos primeros modelos de madera y bambú que irrumpieron en el mercado.
“Quería hacerlas diferentes y se me ocurrió que le podía poner una pequeña semilla como recompensa para los amantes del reciclaje”
Este emprendedor de origen ítaloargentino que ha echado raíces en Almería buscaba un material totalmente orgánico hasta que dio con la pasta de paja de trigo, de maíz y de arroz.
“Que sean biodegradables no significa que las dejes en un sitio y vayan a desparecer; tienen que estar en contacto con elementos de la naturaleza y, al tiempo, dos años o así, se empiezan a degradar y sirven de alimento a la semilla porque es repostable”, indica.
De hecho, la variedad de modelos y colores reflejan las distintas etapas por las que ha pasado el proyecto. “Al principio los materiales no me permitían hacer ciertas cosas; del plástico pasamos al plástico reciclable, pero no era una opción que me convenciera porque reciclar algo significa consumir energía”, señala Pascali.
Próximos desafíos
Entre los próximos desafíos de Cuor3 (https://cuor3.com) están usar materiales de Andalucía –algas extraídas del Mar Mediterráneo– y fabricarlas de principio a fin en Almería.
“Con CUOR3 llega la última generación de gafas, totalmente compostables y plantables”
Cuando la gente ve algo tan bonito que, además, es ecológico, no se lo piensa”, indica Francisco Pascali antes de recordar que todas tienen la homologación de la Unión Europea (UE).